Por: Marta Velázquez Gallo
Madrid - España
Doti Bueno
Velázquez
Madrid - España 2017
Marco Antonio Ayllón Bueno
Dallas, TX EE.UU.
__________________________
CINE Y
TEATRO
EL CINE
El
cine llamado también “séptimo arte”, ocupa un lugar importante en un país
porque además de guardar su memoria histórica, nos enseña el lado sociológico
del pueblo.
La historia del cine boliviano ha
venido evolucionando desde su inicio a finales del siglo XIX cuando se
realizaron las primeras proyecciones cinematográficas en la ciudad de La Paz.
En 1897, el Teatro Municipal de la ciudad
de La Paz -que luego se
convertiría en la principal sala de la etapa del cine mudo-, proyectó la
primera película.
De ese año,
existen relatos de la llegada a Bolivia de proyecciones en cinematógrafos traídos
desde Chile y Perú por representantes de la Casa Lumière.
Posteriormente
a inicios del siglo XX, la primera película boliviana conocida es "Retrato de Personajes Históricos y de
Actualidad" data de 1904; realizada por la compañía Marine & Monterrey y presentada
el 15 de agosto de ese año. Mostraba la trasmisión de mando del presidente
saliente José Manuel Pando al presidente Ismael Montes, posesionado
pocos días antes, el 6 de agosto de 1904.
Llega a su
fin el cine mudo. Se realiza la primera proyección sonora en el Teatro
Municipal de la ciudad de La Paz, marcando
así el inicio de una nueva etapa. Es entre 1932 y 1933 cuando los realizadores
de la película montaron un sistema de fonógrafos detrás de la pantalla para el
acompañamiento sonoro de la película convirtiendo “Hacia la gloria” la primera
película sonora boliviana.
Entre 1933 y
1936, la Guerra del Chaco se convirtió
en el tema central de los realizadores cinematográficos en Bolivia.
En ese periodo, el
fotógrafo Luis Bazoberry, se incorporó al ejército como aerofotogrametrista, por lo que pudo fotografiar el conflicto
bélico, además de registrar varias tomas con una pequeña cámara. El clima del Chaco dejó inservible buena parte del material fílmico, pero con lo que pudo
conservar, concluida la guerra, Bazoberry montó en España la película “La
Guerra del Chaco o Infierno Verde”, tomas de fotografías fijas y una
banda sonora a sus filmaciones. La película, aunque no tuvo mucho éxito, representa
un testimonio de la guerra, en el que se registran incluso la firma del
armisticio y la confraternización entre tropas de ambos bandos.
Llegan el primer largometraje sonoro y el color en 1947 de la mano del
estadounidense Kenneth Wasson quién funda la productora 'Bolivia Films' de
donde surge Jorge Ruiz, uno de los
principales documentalistas del cine boliviano.
En las
décadas del cincuenta y sesenta surgen grandes nombres de directores: Sanjinés,
Ruiz y Eguino, Soria. Se realizan corto y mediometrajes. Las películas “Yawar Mallku”, “Ukamau” son las películas
bandera.
En 1963
Sanjinés y Soria presentan “Revolución”, cortometraje de aproximadamente
diez minutos que a través de imágenes montadas resumen la historia de Bolivia,
sus tribulaciones, el valor popular y las permanentes represiones. Este
cortometraje fue galardonado en el Festival de Leipzig, Alemania.
La
década del setenta trae consigo otros
directores y nuevas e interesantes películas costumbristas. En la década
del ochenta el cine boliviano se va incrementando, el cineasta italiano radicado en
Bolivia Paolo Agazzi dirige el
documental “Hilario Condori” relata sobre acerca de la migración campesina hacia las ciudades. También en 1980,
Danielle Caillet esposa de Eguino debuta dirigiendo un cortometraje acerca de
la situación de las mujeres en Bolivia: “Warmi”.
Agazzi
presenta su primer largometraje, acerca del viaje por el país de un camionero y
su ayudante, la película titulada “Mi socio” es el primer
largometraje que se aleja del occidente boliviano y muestra otras regiones más
allá de las zonas aymará y quechua..
El mismo año,
1984, Eguino realiza “Amargo mar”, drama épico
sobre la Guerra del Pacífico de 1879. El enfoque histórico
revisionista del conflicto bélico, causó en su momento, gran polémica.
La
interesante película “La Nación Clandestina”, séptimo
largometraje de Sanjinés, fue galardonada en España ese mismo año en el Festival de San Sebastián con el premio “Concha de Oro”. De temática fuerte y dura sobre la conciencia
de un campesino.
En la década
de los noventa hasta la actualidad, el cine boliviano se ha fortalecido en cuanto a producción. Ha
dejado de ser sólo costumbrista y sobre todo localista, hoy en día la temática
del cine boliviano es ágil y moderna.
Existen
excelentes guionistas, productores, actores y actrices, jóvenes promesas del
cine boliviano en este siglo XXI.
La
institución CONACINE así como la Filmoteca Nacional guardan verdaderos tesoros
del cine boliviano que deben ser preservados.
EL TEATRO
Existe un estudio del
actor y periodista español, Daniel González Gómez-Acebo en el que explica que
el teatro en Bolivia se practicaba desde la época de los incas, y descarta que
esta actividad cultural haya llegado con los españoles en tiempos de la
colonia.
Continúa diciendo
González, que existían dos géneros teatrales, el Wanka que significa tragedia y el Aranway, similar a comedia. Un ejemplo de este tipo de obra fue
encontrada por un etnólogobelga en los valles de Cochabamba, trataba de una
historia de amor entre dos campesinos, tenía escenografía propia, y un bosque
artificial.
En Bolivia no se ha leído
teatro, el país careció de dramaturgos. Esto explica en parte, la falta de una
crítica teatral que dimensione la historia del teatro en sí. Como literatura y
como arte escénico fue un género poco cultivado.
Era necesario crear un
organismo en el que el teatro estuviera presente para que a través de este arte
se puedan plantear conceptos sobre la historia del país.
Se creó el Instituto
Nacional de Música y Arte Escénico pero tuvo poca vida. Con el propósito de
darle continuidad se fundó el Taller Nacional de Teatro, institución encargada
de la formación profesional de actores, técnicos y directores para la puesta en
escena de obras para niños y adultos.
Dependiente del
Viceministerio de Bolivia, el Departamento de Teatro fue creado el 14 de abril
de 1975 en la ciudad de La Paz.
Con la dirección y
asesoramiento de Mabel Rivera de Castro, se puso en escena obras importantes dentro
de la dramaturgia boliviana como "Las
Troyanas", "En la Diestra
de Dios Padre", "La lección", "La comedia oscura",
"El Principito", "Nos tomamos la Universidad", "Un
Análisis Perfecto dado por un loro", "Un Dios durmió en Casa",
"Los Mejores Regalos", "Un Día Loco y Soliloquio del
Tiempo", "El Cuadro", "El Neblí", "Agnes de
Dios", "Gianni Schichi", "Sotoba Komachi". Participó
asimismo en la puesta en escena de obras importantes como "El hombre de la Mancha".
Actualmente el teatro
boliviano goza de buena salud aunque es imprescindible contar con espacios propios para este hermoso arte.
Informacion Adicional:
Periodico Pagina Siete
sábado, 13 de junio de 2015
Tres de siete: grandes directores del cine boliviano
Ruiz, Eguino y Agazzi de cuerpo entero. Esta es la propuesta de José Murillo del Castillo en este libro -que tendrá al menos un tomo más- en el que busca dar una semblanza definitiva de quienes considera los mayores maestros del séptimo arte nacional.
5 julio, 2016
COTE OLIVA/BOLINFO/TARIJA
No hay comentarios:
Publicar un comentario